Bastante escandalizada con lo del sinvergüenza de Jordi Cruz, vanagloriándose en su generosidad por dejar a becarios trabajar en su cocina 16 horas diarias sin cobrar un solo euro, solo a cambio de comida y cama, mientras cobra cada plato a precio de oro y se compra un palacete de tres millones de euros.
Y todavía este explotador se refiere a sus esclavos como "privilegiados que deberían estar agradecidos"
http://www.elconfide...cocina_1375118/
Lo siento Acechadora pero no tienes razón en insultar a Jordi Cruz por lo que comentas. Hoy he oído la noticia por la radio, en RAC1, donde ha hablado el mismo Jordi Cruz frente a todos los periodistas y contertulianos que tenía delante y que, como tú, se lo querían comer vivo. Está claro que todo se debe, una vez más, a las ganas de tergiversar o de exagerar de los periodistas. El término becario está mal escogido. Un becario está becado, valga la redundancia, y por lo tanto cobra, siempre. Lo que tiene Jordi Cruz son "alumnos en prácticas", que quieren aprender de cocina de alto nivel. A cambio tienen manutención completa y dietas. Sería similar a lo que hacen los estudiantes de universidad en los llamados "créditos de empresa", es decir, adquieren experiencia y a cambio reciben créditos necesarios para completar su currículum académico, que les conducirá a tener el título de grado.
Jordi Cruz podría montar un máster y cobrar por ello. Y no lo hace. Si hay quien quiere adquirir conocimientos con un cocinero de ese nivel puede aceptar sus condiciones o marcharse. Así de claro. Lícito. ¿Ético? Aquí cada uno es libre de opinar lo que quiera.
Lo que deben hacer esos cocineros de "alto standing" es denominar correctamente a sus "aprendices" o "alumnos en prácticas" y para nada denominarlos "becarios". Antes se llamaban pinches de cocina pero hoy nos hemos vuelto todos muy finolis.
Saludos.