Hola compañeros ! He estado leyendo este foro que me ha parecido muy bueno y que inició Banghelff. Estos foros es donde veo conversaciones de "profundidad" sobre los juegos rol y en especial mi ámbito favorito: reglas de juego, aspecto que incluye muchas cosas (características, razas, sistema de combate, magia, etc).
Hablando sobre las características, coincido con varios aquí. Con Sammaster sobre NWN y el sistema de "compra" de puntos. Dicho sistema es "en exceso" equilibrado. Por lo tanto, es de mi entera satisfacción. Cuando escribo esto me viene a la cabeza la descripción de la clase de druida y esto del equilibrio. Por cierto, uno de mis PNJs favoritos de BG es Cernd, un druida. Jaheira es druida pero yo veo su carácter más cercano a guerrero que a druida.
Continuando con el sistema de puntos de NWN, se compraban puntos y apenas alcanzaba para tener UN (1) 18. Por tanto, olvidémonos de puntuaciones totales de 95, de tener varios 18, eso queda a kilómetros de distancia. Para llegar a un 18 en el sistema NWN había que sacrificar muchos puntos y todas las demás características se veían afectadas. Yo personalmente nunca opté por tener 18 en ese sistema al elaborar mi personaje.
El sistema de reglas 3.0 D&D es muchísimo mejor en el tema de las características. Nos permite tener bonificadores desde una puntuación de 12 y aunque sean más o menos los mismos bonificadores, entre 1 y 4, están mucho mejor repartidos. Éstos están repartidos a lo largo del espectro, mientras que en la segunda edición están repartidos sólo al final del espectro, la mayor parte entre las puntuaciones de 15 y 18. Eso causa, lógicamente, que todos los jugadores quieran tener sus características entre esos números, entre 15 y 18.
Por otra parte, en la edición 3.0 se puede seguir incrementando las características durante el juego y no hay límite de puntuación. Esto mejora mucho el sistema. La edición 2.0 nos fija el límite de 25 para todo el universo de criaturas. A mí siempre me incomodó del sistema 2.0 la imposibilidad de seguir aumentado nuestras características. El sólo hecho de establecerme esa limitación, aunque no pensara aumentarlas realmente, me perturbaba e incomodaba cuando comencé a jugar. Además, si el límite es 25 para el universo de criaturas en el sistema 2.0, una puntuación de 18 es extremadamente alta y si hablamos de 19 (fuerza de Dorn) ó 20 (destreza de Drizz) ya estaríamos hablando de algo cuasidivino. En cambio en el sistema 3.0 mejoraron esto. La fuerza de un gigante de fuego común es de 30, con la posibilidad de que consigamos algún gigante especialmente fuerte y pueda tener una puntuación de 40 o más. Por ende, en dicho contexto, una puntuación de 18, 19 o 20 no representa ninguna divinidad.
En NWN, referente a las características, mi estrategia era tener 15 en la característica principal y las demás puntuaciones con 14, que me otorgaba un bonificador de +2. Luego, durante la partida, iba subiendo mi característica principal y la llegaba a 19, la puntuación mínima necesaria para lanzar conjuros de nivel 9. Mi clase predilecta es hechicero. De esta forma recibía un bonificador +2 en todas las demás características (fuerza, destreza, constitución, inteligencia y sabiduría) y una bonificación de +4 en mi característica principal (carisma) que llegaba a 19. Mi hechicero era una suerte de hechicero/espadachín, adquiría la pericia de estoque, de manejo de dos armas y cuando se me acababan los conjuros combatía con un estoque en una mano y una daga en la otra. Gracias al buen sistema de reglas 3.0 hay la posibilidad de crear combinaciones coloridas e interesantes, sin necesidad de kits especiales.
Coincido también con Theldarán, cuando menciona que en el sistema 2.0 "te podías considerar afortunado si tenías un 17 ó 18 en tu ficha..." El sistema y los métodos de generación estaban pensados para tener puntuaciones normales y alguna puntuación alta. Recuerdo vívidamente la primera vez que jugué rol de mesa, mi primer personaje fue un guerrero neutral bueno cuya mayor puntuación era 16 en fuerza y me sentía muy contento con ella y mi personaje. Jugué con un grupo que se atenía a las reglas clásicas de generación y no aceptaba aquello de mover unos puntos de aquí para allá o de lanzar más veces los dados buscando mejores puntuaciones. Si tenías un 18 era porque los dados te lo dieron y era legendario, imaginen una fuerza excepcional de 18/00. Las mayores concesiones que teníamos eran dos: lanzar cuatro dados d6 eliminando el menor y asignar las puntuaciones después de concluir las tiradas de dados. Y que felices éramos !
Para concluir, les comento que estoy rejugando BG (bravo! ). Pasé mucho tiempo decidiendo la clase de mi personaje y lanzando dados (como Banghelff) hasta que decidí un semielfo clérigo/mago, con una puntuación total de 95 (milagro porque pensaba que 90 era demasiado), donde le asigné 18 a inteligencia, sabiduría y carisma. Hasta ahora no he notado diferencia de nada, los diálogos son los mismos de siempre. Quiero probar si hay diferencia en los diálogos y opciones en general por tener 18 en las tres puntuaciones anteriores... Un personaje así en la vida real sería legendario... genio, sabio y súper carismático. Otra cosa que siento es que los conjuros de sacerdote son muy pero muy inferiores a los de magos. No quize usar la palabra "inútiles" pero así lo siento. Creo que la edición 3.0 mejoró los hechizos divinos porque no recuerdo a los clérigos tan disminuidos. Elegí clérigo/mago porque quise tener muchos conjuros a disposición y jugar mi personaje como un mago con una amplia variedad de conjuros. Sin embargo, una vez que se acaban los conjuros arcanos tengo que echar mano de la habilidad de lucha de clérigo porque no me resultan los conjuros divinos, escasamente alguno de nivel 5 y tengo pocos. Es un poco humillante estar repartiendo ostias cuando lo que buscaba era pulverizar a mis enemigos con combinaciones de hechizos. Como vengo de jugar hechiceros me siento extraño. Creo que la situación cambiará si aumento de nivel.
Saludos !
Editado por Nym, 19 September 2017 - 07:15 PM.