Buenas de nuevo, aqui esta la segunda parte de la historia del rey Sered y su venganza contra Blodfut, para los que no vieron la primer parte esta aquí http://www.clandlan.net/foros/topic/76636-la-venganza-de-blodfut-parte-i-el-error/
Sin decir mas disfrútenlo.
Ilusiones
El rey atravesó el bosque con gran velocidad, su armadura de plata brillaba con intensidad al recibir los rayos del sol, su cabello oscuro hondeaba al viento a medida que se acercaba a gran velocidad hacia su objetivo, el cuervo de ojos amarillos que velozmente intentaba alejarse, Sered sabía quién era aquel cuervo y por qué lo perseguía, era Blodfut.
Desde hace varios días el rey le perseguía sin descanso, ahora ya no era solamente para hacerle pagar por la muerte su hijo Therias, sino por todos los inocentes que habían sido asesinados en los últimos días, aldeas enteras fueron masacradas, mujeres fueron violadas y luego cruelmente asesinadas, ni siquiera los niños se habían salvado de la masacre que Blodfut dejaba a su paso y de la cual disfrutaba con un placer enfermizo
De repente el cuervo se detuvo y bajo a tierra, se colocó frente al rey y en una nube de oscuridad apareció Blodfut, quien sonriente y burlón lo miraba con sus resplandecientes ojos amarillos.
Sin pensarlo dos veces Sered cargo su arco con una flecha y la disparo contra el sonriente Blodfut. La flecha atravesó la cabeza de su objetivo, pero fue como si hubiera atravesado la nada y la flecha siguió su trayectoria, hasta perderse en el horizonte.
Sered maldijo para sus adentros, aquel no era el verdadero Blodfut, era un espejismo, una ilusión hecha con magia. El rey sintió una gran frustración ¿Desde hace cuento tiempo estaba siguiendo aquella pista falsa? Se sintió estúpido por no haberse dado cuenta, pero si había algo en lo cual Blodfut le superaba por completo eran en la magia de ilusión y el moldeado de sombras.
-Buen disparo-dijo la imagen de Blodfut sin dejar de sonreír- Si me hubiera dado lo más seguro que ahora estaría tan muerto como tu hijo-dijo irónicamente.
-¡Cállate!-grito Sered enfurecido, su voz se escuchó por todo el bosque.
Blodfut rió.
-Si no te has dado cuenta has estado siguiendo una pista falsa-dijo el elfo oscuro burlón.
-¡Di lo que tengas que decir!-ordeno el rey-No estoy para tus estúpidos juegos.
Blodfut soltó una risotada.
-Paciencia, querido padre-dijo sonriendo ampliamente- Te esperare en el Claro Plateado para que pongamos fin a esta lucha de una ves por todas.
-¿Crees que soy idiota?-dijo el rey de los elfos enfurecido-Se que cuando llegue encuentre otra ilusión o simplemente no halla nada y el tiempo que yo tardase en llegar tu ya estarías a mitad de camino a Nerwalt, donde te ocultarías como una sucia rata mientras recuperas tus fuerzas.
El elfo oscuro empezó a aplaudir .
-Bravo, veo que me conoces a la perfección querido padre.
-¡No soy tu padre!, nunca lo fui ni jamás lo seré- grito el rey enfurecido, su furia comenzó a nublar el brillante y claro cielo con grises y oscuras nubes de tormenta.
-Por favor, es fácil saber que aun guardas un poco de afecto hacia mi, hacia tu verdadero hijo-dijo Blodfut mientras miraba el nublado cielo-Al parecer una tormenta esta por estallar- soltó una carcajada y luego le dio la espalda-Haz lo que quieras, te estaré esperando en el Claro Plateado, no tardes- y tras decir estas palabras la imagen de Blodfut desapareció frente a los ojos de Sered.
Cuando Blodfut desapareció el rey descargo un fuerte golpe contra un árbol cercano, haciéndolo añicos con la fuerza de su puño. La ira y la duda crecían en su interior.
-Tengo que hacerlo pagar-dijo el rey mientras miraba el cielo nublado-hacerlo pagar por todo el daño que causo.
Sin pensarlo el rey se dispuso a ir al Claro Plateado, el sabia por completo que lugar era , fue donde el venció a Blodfut luego de aquella horrible noche donde muchos inocentes fueron masacrados, y en ese lugar fue donde cometió el error mas grande de su vida, el dejarlo escapar. En ese mismo lugar ahora iría a darle la muerte que tenía merecida. Tardo un día entero en llegar. A media que se acercaba en su interior la ira se intensificaba y grande fue su sorpresa cuando llego a Claro en plena noche.
Encontró a la figura de Blodfut de pie, en el centro del claro que era bañado por la blanca luz de la luna , con cautela el rey se acercó, estaba de espaldas a Blodfut, quien no parecía percatarse de su presencia, cosa que el llamo la atención “ ¿Estará pensando provocarme?” se preguntó mientras cargaba su arco una flecha de punta roja. Silenciosamente el rey le apunto en dirección a la cabeza, su corazón palpitaba con rapidez, el sudor recorría su rostro y sus manos comenzaban a temblar, no podía comprender lo que estaba a punto de hacer. De repente en sus mente empezaron a surgir los recuerdos que el había sellado hace mucho tiempo, recuerdos de cuando ambos iban juntos de caza, cuando el le llamaba "padre" con una inocente sonrisa. Recuerdos felices que ahora eran un insoportable veneno “ ya es tarde para arrepentirse” pensó al mismo tiempo que una lágrima recorría su rostro y en el instante que dejo volar, aquella flecha en la cual descargo todo su odio y su cariño, junto a su tristeza y orgullo.
La flecha dio en el blanco, se escuchó un “crack” cuando atravesó la cabeza de su objetivo, el cual dio un golpe sordo al caer de bruces contra el suelo. Sered se sorprendió al ver aquello y rápidamente salió de su escondite para ir a ver el cuerpo de Blodfut.
Pero de repente el rey se detuvo, se quedó conmocionado sin aliento al ver lo que había ocurrido, no era Blodfut quien había recibido aquel flechazo, sino una elfa de largo cabello dorado y un desgastado vestido verde esmeralda, estaba bocabajo, con su rostro contra el suelo . Invadido por el pánico el rey se dispuso a ver de quien era el cadáver, y cuando vio el rostro de su víctima una gran marea de odio, tristeza y desesperación le invadieron.
En su brazos ahora sostenía el cadáver de su hija, la princesa Laiwen quien había desparecido 3 días antes de la muerte de Therias, el vestido verde esmeralda que siempre llevaba ahora estaba hecho jirones, su rostro, antes hermoso y delicado ahora yacía atravesado por una flecha, sus manos y pies se encontraban marcas de cadenas impresas en su delicada y blanca piel.
El rey soltó un amargo grito de angustia, el cual atrajo la tormenta la cual descargo una fuerte lluvia por todo el bosque acompañada de varios truenos que iluminaron el cielo.
Sered lloro la pérdida de su hija por tres días y tres noches, la sepulto dentro un túmulo funerario que el mismo levanto en lo alto de una colina de flores. Luego de enterrar a su hija el rey desapareció del bosque, atravesó las fronteras dispuesto a matar a Blodfut, nadie en el bosque volvió a verlo.
Editado por Saratox, 18 April 2015 - 11:58 PM.