Buenas,me llamo Julian Torres y aquí les traigo un relato que escribí hace un año, es el primero de una serie de 3 cuentos y mi primer relato. Antes de comenzar quiero aclarar que forma parte del mismo mundo donde trascurre una novela que estoy escribiendo y todas mis historias transcurren en ese mismo universo, también me gustaría aclarar que este relato es como una versión de prueba de una trama que incluyo en mi novela, por lo que ambas historias podrían tener varias diferencias. sin decir mas los dejo tranquilos, disfrútenlo.
El error
Entonces el anciano rey elfo miro con tristeza al que en otro tiempo el llamo hijo, aquel a quien el en un acto de misericordia alejo de su patria, a quien despojo de su identidad, a quien despojo de su destino y a quien el considero su heredero. El que se encontraba frente a él era un ser de piel oscura y brillante como la obsidiana, orejas en punta, de largo cabello blanco y ojos amarillos, el cual sostenía una espada negra con la cual le apuntaba.
El viejo rey simplemente aparto la vista y la dirigió hacia los escalones que conducían al trono y vio que, sobre los blancos escalones de marfil, se hallaba, sin vida su hijo mayor, el cual se encontraba tendido boca abajo con un gran agujero en su espalda. Luego de contemplar brevemente el cadáver de su hijo, el rey miro hacia su derecha y vio que incrustada por una lanza en la pared se encontraba el cuerpo de su difunta hija, la cual tenía el rostro cubierto por algunos mechones de su dorado y ensangrentado cabello y sus ojos, verdes como la esmeralda parecían observar al viejo rey.
Luego de contemplar los cuerpos de sus hijos, el rey miro la sala, , los cuerpos de sus soldados diseminados y esparcidos por toda la sala, las blancas paredes manchadas de sangre y los estandartes del reino, en suelo. Después de contemplar la sala el rey miro nuevamente a su asesino, el cual reflejaba una sonrisa de malicia en su rostro para luego comenzar a avanzar en dirección hacia el.
El anciano elfo vio como aquel individuo de piel oscura ascendía por los blancos escalones hasta quedar frente a el, una vez que ambos se encontraron de cerca el rey clavo sus ojos grises sobre el elfos oscuro que tenía delante. Ambos se miraron fijamente, por largo tiempo como si aun quedara una pequeña parte de ambos que aun sentía cariño por el otro, pero luego de unos largos minutos de contemplación el elfo oscuro mostró una mueca de desagrado y luego rió.
-Te dije que volvería, padre-menciono con un tono irónico-¿Qué siente tener a tu hijo en casa?-pregunto mientras revelaba una sonrisa de malicia.
-Mi verdadero hijo yace muerto en esta misma sala o al menos eso parece-respondió el viejo rey, quien se levanto imponente del trono y miro desde lo alto al elfo oscuro, el cual levanto la mirada y siguió sonriendo-¿Qué planeas mostrarme Blodfut?-le pregunto con vos atronadora para luego mostrar su rostro enfurecido-¿Qué es lo que pretendes al venir a enfrentarme a mi en tu estado actual?-pregunto con la misma intensidad.
Blodfut soltó una carcajada y de repente un aura oscura comenzó a emanar de el y la misma aura comenzó a consumir toda la sala, devorando todo a cuanto su paso.
-¿Qué pretendo?-dijo el joven elfo oscuro enfurecido mientras sus ojos soltaban un brillo anti natural-¡Pretendo hacerte pagar por todo lo que me hiciste y cumplir el juramento que solté antes de que me exiliaras!-grito, su voz resonó por toda la sala y la oscuridad que emanaba de el comenzó a cubrir al rey.
-¡No tienes idea con quien estas tratando!-grito el rey, y entonces de el broto un resplandor blanco que, lentamente comenzó a alejar la oscuridad-¿Te crees muy valiente por venir tu solo a confrontarme, eh?-dijo mientras comenzaba avanzar en dirección a Blodfut, quien segado por el resplandor comenzó a retroceder lentamente.
-¡No te tengo miedo-grito el elfo oscuro mientras frenaba su retroceso, el cual ya se encontraba al borde de las escaleras-¡Voy a destruir todo cuanto amas y aprecias!-grito y entonces la oscuridad que le rodeaba comenzó a cobrar más fuerza.
-¡Niño tonto!-grito el rey con fuerza para luego tomar a Blodfut por el cuello y levantarlo-¡Yo soy el rey Sered Anorian, señor de todos los bosques de Almior y soberano eterno del trono de roca!-una ves de que Sered dijera aquellas palabrasl a luz comenzó a disipar por completo la oscuridad, limpiando la sala entera-¡Y tu, soberano del valle oscuro de Nerwalt no prevalecerás jamás, ni ahora ni nunca, fui un idiota al tomarte como mi hijo, fui un idiota al nombrarte mi sucesor y fui un idiota al dejarte vivir!-apretó fuertemente el cuello de Blodfut y este soltó la espada y comenzó a intentar zafarse de las poderosas manos del rey que lo sostenían como garras-¡Ahora vete, y la próxima vez que oses a confrontarme, que sea en carne y hueso!
Y tras decir aquella última frase, Sered estrangulo a Blodfut, el cual soltó un grito de desesperación para luego desaparecer en un humo negro que se expandió por toda la sala, invadiéndola por completo, el rey inhalo el humo y luego despertó de su sueño.
Sered se despertó y rápidamente miro la ventana de su habitación y en ella un cuervo de ojos amarillos le observaba, el cuervo soltó un graznido y acto seguido levanto vuelo.
El rey dio un suspiro, acomodo su largo cabello negro y luego dirigió la mirada aun cuadro en el cual se le mostraba a él junto a un niño de piel oscura como el azabache y cabello blanco, el rey camino en dirección al cuadro y lo contemplo largo rato, observo su rostro y el de aquel niño, ambos rostros sonreían con gran felicidad. Intento quitarlo y lanzarlo contra el fuego de la chimenea, pero de repente algo en su interior lo detuvo.
-No importa- se dijo si mismo mientras se apartaba del cuadro-solo fue un mal sueño-dijo al mismo tiempo regreso a dormir.
En esos momentos uno de sus comandantes entro de golpe.
-¡Su majestad, algo urgente a ocurrido!-dijo comandante alarmado mientras inclinaba la cabeza.
-¿Qué ocurre comandante Larvent?-pregunto Sered mientras se levantaba al instante.
Larvent no contesto, entonces el rey pudo percibir un gran pesar por parte del comandante
-¿Qué ocurre?-pregunto de nuevo el rey con seriedad.
Y En esos mismos momentos y con los ojos llorosos el comandante le dio la terrible noticia.
-Vuestro hijo, el príncipe Therias- Larvent trago saliva - Apareció sin vida en el pantano del sur-termino de decir con el rostro lleno de lágrimas.
Por poco el rey casi pierde el conocimiento tras oír aquellas duras palabras.
-¡¿Cómo dices?!-grito el rey luego de escuchar aquella noticia.
-Así es mi señor, se lo encontró con una espada negra atravesándole el pecho y …-el soldado callo unos momentos-No debo decirle esto mi señor.
-Dilo-ordeno Sered
-Y su cuerpo estaba casi irreconocible, totalmente desnudo y recorrido por cientos de cortes y quemaduras-termino de decir Larvent.
-¿Y mi hija?-pregunto el rey.
-Sigue sin aparecer.
-Ya veo, puedes retirarte comandante-fue lo último que dijo Sered.
El comandante asintió la cabeza y luego procedió a abandonar la habitación. El rey estuvo un largo rato en silencio, aun conmocionado por la noticia
-Así que no fue solo un sueño-se dijo a si mismo mientras las lágrimas comenzaban a recorrer su rostro y en esos mismos momentos Sered recordó a su hija quien hace unos días sabia desaparecido sin dejar rastro, el solo pensar que le haría Blodfut lo estremeció por completo-Tengo que detenerlo-se dijo mientras se limpiaba las lágrimas del rostro-Detenerlo a toda costa.
Ese mismo día el rey desapareció en lo profundo del bosque envuelto en su brillante armadura, iría a dar caza a quien en otro tiempo fue su hijo para así poner fin al error que cometió al dejarlo vivo , pero el sabía que no sería tan fácil matarlo, porque aún conservaba el cariño que tubo por él hace tantos siglos, y el cual siempre fue su mayor error.
Edited by Saratox, 19 April 2015 - 12:08 AM.