Posteado 14 September 2009 - 08:36 PM
Tiene Tigana un gran reconocimiento entre los aficionados a la novela fantástica. Se la considera una de las novelas del género más singulares, por su canto a la libertad, sus descripciones y sus personajes, llenos de humanidad y de vida. Aquí ni la magia ni las razas, grandes bazas del género en tantos y tantos títulos, son necesarias para recrear una historia de amor, de la lucha por unos ideales y sobre todo de defensa de la libertad ante la tiranía.
No parecen estos, argumentos demasiado originales, pero es precisamente en los matices de algo que nos parece muy conocido, donde los grandes escritores demuestran su maestría. El acierto de Guy Gavriel Kay, está precisamente en llegar a situaciones realmente originales desde unos principios bastante convencionales. Tenemos los archisabidos tiranos imperiales, dos por más señas, estrangulando entre ambos a las tierras libres.
El autor confiesa que para describir algunas de las ciudades de la península de la Palma, tomó como inspiración las ciudades estado de la Italia Renacentista. Algunos de los nombres de los protagonistas, también toman idéntica inspiración.
A unas muy buenas descripciones de escenarios y personajes, se añade un casi impecable desarrollo de la historia. Hay algunos altibajos y puede que algunas situaciones parezcan un tanto forzadas (por ejemplo el primer encuentro amoroso del joven Devin), pero el conjunto de la narración mantiene un tono excelente y la historia y su interés no decae durante toda su lectura. El estilo narrativo es cómodo, y el texto se lee con soltura. Para mí ha sido una de mis lecturas más agradables.
Los dos grandes temas del libro, en mi opinión son por un lado la reivindicación de Tigana, la ciudad proscrita y prohibida, como símbolo de libertad, que defienden una serie de personajes del libro que desde distintas situaciones y circunstancias personales, unen sus fuerzas para recuperar su memoria y su legado. El otro gran tema, es ciertamente el amor que siente Dianora, la doncella que por venganza entra en el harén de uno de los tiranos, Brandyn. Aunque el paso de los años confirma que fue el que destruyó su patria, el descubrimiento de su humanidad y sus propios valores como persona, acaban neutralizando ese odio dejando paso al amor. Un giro argumental complicado, pero posible. Tan posible como el llamado "síndrome de Estocolmo" que hace a veces que los oprimidos acaben admirando a sus opresores.
Para ello, el autor, tampoco juzga moralmente a Brandin, a diferencia de lo que hace con el otro tirano, Alberico, un personaje monolíticamente malvado, al que no hace falta defender, pues no tiene defensa posible.
Un libro de fantasía, con épica, sin elfos, sin apenas magia, y con grandes aciertos en su historia... No, no es Canción de Hielo y Fuego, pero coincide con ésta en dejar bien alto el estandarte de la fantasía.
A mí el libro me ha encantado, huelga decirlo
SaluDtsss
Inmortalidad es sólo una palabra. Todo lo que existe puede morir. Cada ente viviente tiene un arma contra la que no tiene defensa. Tiempo. Enfermedad. Hierro. Culpa